De Viaje (corto) por el Chocó.
He ido ya dos veces al Chocó. Primero a Bahía Solano; realmente a una vereda cercana, Playa Huina. Y luego hace unos días a Quibdó. Las dos veces he terminado sorprendido por muchas cosas distintas pero especialmente una, la gente y la tranquilidad. Es como sí el Océano Pacífico le pasara a estos pueblos algo de la tranquilidad que inspiró su nombre. En el primer viaje recuerdo caminar por una playa en la que parece el desarrollo había llegado hasta el gobierno de Belisario Betancur. Esa era la última noticia. En esa entonces (en los 80) habían instalado un teléfono público que para 2007 todavía funcionaba. Funcionar es un término que refleja el hecho de que tenía cierta utilidad. Era operado vía satélite. Tenía al lado una antena parabólica que el clima había deteriorado considerablemente y funcionaba por cobrar. Uno descolgaba y una operadora, sabrá dios de dónde, te comunicaba con un número nacional que debía asumir el pago. Los gritos que había que dar para que lograr...