¿Tiene lo público que ser malo?
Una cosa me llama la atención desde hace tiempo, a muy pocas universidades públicas parece que las cuidaran y las quisieran. Uno camina por los pasillos de la mayoría y los encuentra sucios, pintados (y no digamos con un mural de Rivera), con papeles de todas las pelambres pegados hace meses, arrancados de a poquitos y de los que ahora solo queda un pegote. Es como si su carácter de pública involucrara la necesidad de acabar con ella, como sea. Como si no hubiera la necesidad y hasta el derecho de tener esas universidades en buen estado y conservarlas así. Como si para protestar hubiera la necesidad de acabar con la calidad de las cosas. En cierta forma los edificios son parte del mensaje que se enseña en nuestras instituciones y no cuidarlos es precisamente el mensaje lamentable que damos: lo público es malo o digno de volverlo malo. Hay que decirlo, pocas universidades se salvan de tener un campus donde los baños estén permanentemente malos. En ninguna hay papel en ello...