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Showing posts from 2013

Las fiestas de fin de año

Supongo que algún día tenía que poner esto por escrito. Realmente me maman las fiestas de fin de año. Que la navidad empieza ahora como desde noviembre y en algunos casos antes, me parece patético. Y que luego se prolonguen fiestas y alumbrados navideños casi hasta febrero (los del Río Medellín al menos) es ya una exageración casi imperdonable .  Ver que ya son muchos los que no retiran nunca las instalaciones de luces navideñas, que se quedan como especie de decoración muda todo el año y que lo único que cambia es la costumbre de prenderla, quizá sea práctico pero, definitivamente, no tiene nada navideño. Tenemos esa gran confusión mental de que la navidad es una época para hacer ruido, gastar mucha energía y dinero y desmandarse en todo. Y como buenos humanos, el desmán se nos va hasta donde algún límite moral se nos atraviese. (Podríamos inventar un pecado más; no estaría mal para esta fiesta que inicialmente era cristiana, el nacimiento del que fuera crucificado y adorado como hi

Un cierto hastío

Este blog ha sido una forma de hacer catarsis, liberar algunos demonios y bajar la presión interior de un cierto condensado de vapores no muy sano. Queda mucha presión interna que no se libera por este medio y demonios que necesitan otros tratamientos, pero este medio ha servido mucho para no explotar. Especialmente en estos dos últimos meses, esta válvula ha sido determinante en mantener cierta compostura y contención que, supongo, es pertinente o, al menos en mi educación, necesaria. Creo que he cambiado en este tiempo. Sigo sin creer que la vida tenga propósito real, excepto que ya estamos aquí y lo mejor es aprovechar un poco para no destruir lo que hay, disfrutar también lo que nos toca y dejarle un lugar bueno e interesante a los que siguen, pero no hay un ordenamiento lógico que nos esté llevando del punto A al punto B.  Las cosas no pasan porque tengan que pasar y aunque recibimos las consecuencias de nuestras malas decisiones (o buenas) no es porque haya un sistema de castig

Medellín en las pruebas Pisa (Antioquia la Maleducada II)

Volver a los temas tradicionales de mi blog ha sido como difícil... pero el tema de las pruebas Pisa es demasiado tentador para no apartarme del tema Space por al menos un rato. Con el correr de los días, de que ahora hay un espacio que está lejos de ser el ideal pero es una buena solución como vivienda y hogar temporal, la cosa pinta menos dramática aunque no menos grave o difícil. Solo menos urgente, ahora uno puede concentrarse en lo importante. Ya se ha ventilado en todos los medios que a Colombia le fue mal en las pruebas Pisa 2012. Nos ha ido mal siempre. No importa en número de países, digamos que sean N para cierto año. Colombia siempre está en el puesto N menos dos. Y también cada vez que salen los resultados la culpa le cae a los maestros de una forma o de la otra, por la falta de conocimiento o la falta de algo. O en el Estado por que paga mal, selecciona mal, no evalúa, no tiene planes, no hay visión, etc. Esta nota entonces no es para caerle a los maestros sino para de

El número de llaves en el llavero

Finalmente veo que el día en que explote o implosione yo mismo (no sé qué será) está más cerca. Que uno haya tenido que dejar atrás, por un desastre de causa humana, tanta cosa sin mucho miramiento y haciendo gala de mucha presencia de ánimo, no importa. Con amigos como los que tengo es hasta fácil, menos mal, ir caminando y saliendo de una maraña de problemas y de otra. Ellos, destornillador en mano, hicieron que en tres horas dejara casi completamente desmantelado mi antiguo apartamento: quitaron puertas, chapas, muebles, closets, lavamanos, la puerta principal. Yo personalmente creo que logré empacar tres cajas en esas tres horas, ellos hicieron cada uno de a 10, además de desmontar hasta el calentador de gas y los vidrios de separación la zona de ropa. No desmotaron las escalas de madera porque no hay electricidad en ese que era mi antiguo hogar y no podíamos usar un taladro con suficiente potencia. Sin embargo, son las pequeñeces las que llenan la vida de dificultades que se ac

Cisnerismo o verdadera ingeniería?

Por esas razones y vueltas del azar y de las cosas, he estado mucho tiempo vinculado a un ente que tiene un nombre larguísimo y todos llamamos simplemente Conaces . Ahí se revisan y se recomienda o no la aprobación de los programas de pregrado que se plantean en las universidades en Colombia. Casi todos. De cualquier forma, durante varios años hice parte de la sección que estudia los casos de ingeniería, ahora solo veo casos de ciencias exactas. En esos años tuve que haber visto más de 180 programas en detalle; sus profesores, sus recursos de laboratorio, sus currículos, sus principios y otros elementos. Y en todo este tiempo uno sostiene una especie de diálogo disfuncional con las entidades que quieren ofrecer esos pregrados o mantenerlos funcionando. Por ello creo que tengo cierto bagaje para decir lo que voy a decir: tenemos un problema. Por un lado, no creo que haya una tradición muy fuerte de ingeniería en Colombia. Las grandes obras históricas del país en general las han h

Una modificación al Escudo Nacional.

Realmente Colombia necesita cirugía de alta complejidad, con una estadía en la Unidad de Cuidados Intensivos larga, copiosas dosis de cualquier cosa (muchas cosas) y sesiones de psicoterapia masivas. Solo por poner la queja, que no la denuncia y aunque me prometo a mi mismo no quejarme, en este mes desde que me quedé sin un lugar que pudiera llamar "hogar", me han robado dos veces. Una, que puse en una entrada anterior, cuando en un descuido de 10 minutos, por salir a toda velocidad para tomar el teléfono de un tipo que tiene un alto cargo y podía ayudar a muchas cosas, me desocuparon la billetera en el que en ese momento ostentaba el título de "Despacho Alterno de la Alcaldía". Y casi todos, a paso seguido de que nos enteramos de este robo decimos en coro: "menos mal no se robaron todos los documentos". Lo cual es sintomático de un país enfermo en el que casi le agradecemos (yo incluido) al ladrón que tuvo la cortesía de no llevarse sino una parte de las

Las medias nonas

Para quienes a la carrera han tenido alguna vez que empacar cinco cosas que le parecen cruciales (y esto varía de persona a persona) y salir corriendo, el acto de empacar se vuelve, por un tiempo al menos, rutinario. Hay algunas reglas que se vuelven tan importantes como antes lo era no comprar yogures vencidos: Empacar la ropa limpia de forma diferente a la sucia.  Considerar sucia solo la ropa que prácticamente se puede sostener por sí misma. Poner en bolsas las cosas líquidas, los mínimos cambios de presión atomosférica hacen regar cualquier cosa. (Consultar en wikipedia el concepto de presión atmósferica.) No todo tiene que ir en maletas, las sábanas y toallas son mejores para transportar e implican menos trabajo. Todo se pierde, si algo es tan importante que no se puede perder, no lo tenga con Ud. Compre poquitos, no aproveche la oferta de 3lts de detergente, le va a tocar estar moviendo 3Kgs de algo de un lado para otro. Enrolle, ahorre espacio. No se acostumbre a la vi

Un nuevo "normal"

En inglés se suele usar el término "new" para decir no solo lo obvio (nuevo) sino que algo se ha actualizado... "los 40 son los nuevos 30" para decir que ahora la edad de 40 es ahora lo que solía ser la de 30 cuando se empezó a usar ese término. En mi caso, y creo que en el de otras personas que nos quedamos casi sin vivienda y con quienes he hablado en las últimas semanas, hay un temor muy grande a lo que es inevitable: un nuevo "normal". Es decir, una nueva forma de hacer las cosas (o al menos diferente), otra casa, otras rutinas, otras respuestas, otras formas de hablar e incluso de relacionarnos, nuevos miedos, nuevas certezas, nuevos términos y nuevas amistades o lealtades. Un nuevo nuevo si se quiere pues tantas cosas son nuevas que lo nuevo como que no sorprende. El temor no es gratuito, significa que hay desconfianza a que ese nuevo normal no sea normal. Es decir, a que estén demasiado presentes cosas de las que no nos sentimos seguros, a que hay

Sr Presidente, ¿me sirve de fiador?

Medellín, Noviembre de 2013. Dr.  JMS Casa de Nariño Colombia. Sr. Presidente, Empiezo por confesar que no votaría por Ud. para la re-elección, ni de vaina. Y también empiezo por aclarar que, pese  a que no lo conozco personalmente, le quiero pedir algo. Sin embargo, por lo de no conocerlo, me queda difícil pedir el favor por teléfono. Supongo que hay un número en la Casa de Nariño para atender "a los colombianos de bien" o algo así. Mejor dicho, como siento que esa llamada será como perdida ya que no voy a lograr hablar con Ud., mejor le escribo. Resulta que hace tres semanas vivía en un edificio que se había ganado un reputado premio de arquitectura iberoamericano, estaba ubicado en un sector privilegiado (si me deja le envío algunas fotos de los atardeceres que se veían desde mi casa para que vea) y no niego que tenía comodidad y cierta seguridad, producto de unos 15 años o más de trabajo. Pagaba mis impuestos de todo tipo, acepto que andaba