Una modificación al Escudo Nacional.

Realmente Colombia necesita cirugía de alta complejidad, con una estadía en la Unidad de Cuidados Intensivos larga, copiosas dosis de cualquier cosa (muchas cosas) y sesiones de psicoterapia masivas. Solo por poner la queja, que no la denuncia y aunque me prometo a mi mismo no quejarme, en este mes desde que me quedé sin un lugar que pudiera llamar "hogar", me han robado dos veces. Una, que puse en una entrada anterior, cuando en un descuido de 10 minutos, por salir a toda velocidad para tomar el teléfono de un tipo que tiene un alto cargo y podía ayudar a muchas cosas, me desocuparon la billetera en el que en ese momento ostentaba el título de "Despacho Alterno de la Alcaldía". Y casi todos, a paso seguido de que nos enteramos de este robo decimos en coro: "menos mal no se robaron todos los documentos". Lo cual es sintomático de un país enfermo en el que casi le agradecemos (yo incluido) al ladrón que tuvo la cortesía de no llevarse sino una parte de las cosas; vivimos en un eterno balance en el que escogemos "de dos males el menor". Nos movemos siempre entre un mal y el siguiente.

La semana pasada me robaron un portátil y un iPod que había sacado de mi apartamento en una de las entradas a rescatar cosas importantes. Entraron a mi oficina, tenían la llave o la experiencia para abrir chapas viejas que es lo que hay, donde lo tenía por falta física de otro lugar para guardarlo; lo buscaron (estaba bien guardado) y se lo robaron, con su cargador pues de lo contrario seguro era más difícil venderlo. El iPod estaba también bien guardado, se lo llevaron con su cable y cargador que igualmente un socorrista había empacado en alguno de los bultos que saqué alguna vez. Se robaron también una calculadora y un alicate (?). Las "autoridades" de mi universidad (con minúscula disminuida a propósito en este caso), escribieron un reporte de tres renglones y se fueron. Ir a la Fiscalía a poner un denuncio era disponer de cuatro horas que ahora no tengo, lo dejé así. El sistema te muele, te demuele, te mastica y te bota. En este caso lo que dijimos fue "menos mal no tenía información importante allí", de nuevo, gracias señores ladrones, tan queridos, se llevaron el portátil menos importante para mi. Hace un poco más de un mes había arreglado ese equipo para poder donar un computador de mesa a los estudiantes.

Al edificio en ruinas que habitábamos no podemos entrar los dueños ni los habitantes. Los ladrones sí. La administración municipal dispuso que tendría solo una moto con dos policías en los alrededores y unos vigilantes privados que también tienen prohibido entrar, cuando además no hay electricidad y por ende no hay iluminación en el sector, y dos soldados que se la pasan chateando por sus celulares mientras sus armas de largo alcance atemorizan a los ciudadanos que nada deben y nada más. Ya se robaron los manojos de cables de cobre de las conexiones internas, se robaron la grifería y otras cosas del amoblamiento de las zonas comunes y también entraron a los apartamentos cuya puerta no cierra. Saquearon lo que podían cargar -aburridor andar con una nevera que huele a carne descompuesta- pero no por eso, es por pesada que no se las llevaron y que no hay ascensores para bajarla N pisos. Son como hormigas, taladran, taladran, excavan, van llevando de a poquitos; como ratas y cucarachas que se llevan los restos pedazo a pedazo hasta no dejar sino ruina y desechos. Todavía hay personas que preguntan ¿y ya están viviendo allí de nuevo?

Los ladrones de cuello blanco hacen también su tarea, pero eso es para después. Baste decir, si recuperamos el valor de nuestros apartamentos es posible que el Estado se quede como con la tercera parte pues son "ganancia ocasional". O que los auxilios para vivienda nos los cataloguen igual y haya que pagar igual proporción en impuestos. Y encima de todo eso es posible que un abogado (que es obligatorio en muchos casos) se quede con otro 20% o más "de lo que recupere" como con casi sorna lo ponen. Excavan, usan sus tenazas para sacar para sí mismos.

Y en un país de estos nos preguntamos ¿por qué los pobres y desplazados no vuelven a las parcelas que les quitaron o que se inundaron o que se deslizaron o que _______? (llene el espacio en blanco con una tragedia que Ud. conozca). Sin embargo, al mismo tiempo, otros (muchos) se preguntan ¿dónde está el negocio? Al final, para los que vivieron la tragedia o el despojo, la pregunta es: ¿a qué volver? si ya se llevaron todo entre ratas y cucarachas y lo que queda es tan poco que no vale la pena pelear... de ahí nuestra máxima nacional, la que debería aparecer en el Escudo Nacional: "deje así". Al final dejémos en el Escudo Nacional al condor, que lo extinguimos y eso también es un buen símbolo, pero no solo porque lo extinguimos sino porque es un ave carroñera, pese a toda su magnificencia, y allí hay también un buen símbolo.


Comments

Unknown said…
This comment has been removed by the author.
Anonymous said…
excavan, excavar
excavar... gracias! Corregido.

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