Los niños me caen gordos
Ayer caminaba por un centro comercial cerca de casa y mientras pasaba por una de las plazoletas escuché mientras entrevistaban a un grupo de niños en una tarima. Una chica les hacía preguntas y un público que no cuesta creer estaba compuesto de los padres y los familiares de los entrevistados, miraba expectante. Las preguntas eran las típicas que uno oye en la tele o en otros eventos similares. Generalmente lo único que buscan es lograr una respuesta graciosa (desde nuestra experiencia de vida) o algo que nos produzca algún asomo de ternura. Y la misión de los entrevistadores es pescar esa respuesta, lo hacen con saña, sin pausa. Los ve uno a la caza como reales animales en busca de su presa. Subiendo esa escalera eléctrica mientras veía la escena me di cuenta de tres cosas, una es que esa escena, ese concepto de entrevistar niños, me produce cierta nausea interna, cierto desorden estomacal que me obliga a huir. Por otro lado me di cuenta de que me cae mal todo el que se preste para e...