Huerto En Marrakech
¿Te acuerdas de aquel sur en el rojo verano?
Entré en la breve noche para gozar tu huerto:
Rincón de madreselva, dos pequeños naranjos,
Y aquel jazmín tan negro, de tanto olor, rodando
La falda del ciprés que sube al cielo.
Bañó el árbol la luna, y se mojó mi boca.
Y que cansados luego las aguas y las rosas,
El ciprés, los naranjos, el ladrón de aquel huerto.
Y todo fue furtivo: el alba, luego el sueño.
Francisco Brines.
Entré en la breve noche para gozar tu huerto:
Rincón de madreselva, dos pequeños naranjos,
Y aquel jazmín tan negro, de tanto olor, rodando
La falda del ciprés que sube al cielo.
Bañó el árbol la luna, y se mojó mi boca.
Y que cansados luego las aguas y las rosas,
El ciprés, los naranjos, el ladrón de aquel huerto.
Y todo fue furtivo: el alba, luego el sueño.
Francisco Brines.
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