La prensa colombiana y la democracia

Miro con cierto desdén cuando desde el uribismo dicen "prensa enmermelada". Leo con más que escepticismo las teorías conspiratorias de que los periódicos solo publican lo que le conviene a la derecha (dicen en la izquierda) o a la izquierda (dicen en la derecha). Me parecen un exceso de imaginación aquellos que piensan en un embrujamiento colectivo a través de los medios en un sentido u otro. 

En general y aunque haya habido horribles excepciones, me he sentido viviendo en un país en el que, pese a los esfuerzos de muchos, no hay un control total sobre el periodismo y, en alguna parte, alguien, hará lo necesario para denunciar y actuar con independencia. Y creo firmemente que esa es una de las bases de la democracia liberal. Que un periódico como el Washington Post pueda tumbar a un Nixon y que más localmente pudieran tumbar ministros u otros políticos o empresarios, me ha hecho sentir que eso aplica también en Colombia.

Hasta hace poco.

Dos hechos debo decir que me han hecho empezar a dudar. Uno, cuando salieron los papeles de Panamá, me dí a la tarea de buscar en ellos a unos ciertos empresarios de la construcción a quienes se les cayó un edificio hace unos tres años (¡tres años! y ¡no ha pasado realmente nada!) y que de todos es sabido que sacaron su fortuna hacia Panamá a través de una "fundación," justo antes de declarar en quiebra la empresa que produjo ese desastre. Bueno, no los encontré. Pero encontré algo curioso. Una empresa llamada Quipux que es la dedicada a sacar frutos económicos (privatizar es la palabra) de las fotomultas y el RUNT. Allí, en los papeles de Panamá, todos sus dueños y cabezas visibles. Recogí la información que pude y apunté. Hay cosas que no puedo hacer como llamar a a esas empresas a ver si todo fue legal o hay algo más, pero llama la atención cuando menos que hayan constituido fundaciones y empresas allá justo cuando las fotomultas empezaron a quebrarnos el bolsillo a los colombianos.

En fin, envié lo que tenía a periodistas, a muchos periodistas. Puedo decir los nombres pero por hoy me los ahorro. Ninguno siquiera ha mirado el tema.

Luego de ello, hace unos días, leí en The Economist (sobra decir que recomiendo esta revista a cualquiera) publicó esta crónica http://www.economist.com/news/americas/21702516-striking-down-amnesty-law-rattles-establishment-reconsidering-price-peace. En ella cuentan como una Corte de  El Salvador, acaba de tumbar por inconstitucional la ley de amnistía a los crímenes atroces durante la guerra civil en ese país. Me pareció extraordinario lo que podemos aprender de allí para el proceso de paz de La Habana. Los errores que nos podemos ahorrar, lo que podría realmente servir dentro de diez años. De nuevo, escribí cartas a periódicos, envié la información a periodistas de opinión. Nada, eso no sale en la prensa colombiana.

Ya sabía yo, eso sí, que no es que nuestros periódicos investiguen mucho ni muy bien. Pero que nadie pare bolas a que los municipios,  a instancias de un lobby y empresas privadas, nos haya puesto a pagar multas y multas de las cuales esas empresas se llevan un 40% privatizando así una función y capacidad que debería ser solo del Estado, Que a nadie le importe lo que se puede aprender de El Salvador (aparte de la caída de las leyes de punto final en otros países), eso ya roza en la irresponsabilidad de la prensa. En que realmente lo único que parece importarles es reproducir un mensaje único y pagado. Nada más. 

Esto es un duelo por la independencia de la prensa colombiana, nada más. 

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