Sobre ser zombie


El capítulo que acabamos de ver de Game of Thrones me hizo volver a pensar en algo de vieja data. Ser zombie. Honestamente cada que lo pienso siento que sería el mejor destino en este momento, morirse rápido e ir a zombie; lo de morirse, desde que no haya mucho dolor físico de por medio, suena como una promesa y ser zombie es, presiento, mejor que el ahora. No parece que uno pudiese saltar a ser zombie en un solo paso que sería lo ideal. Pero he aquí las ventajas de ser zombie...

1. No me tendría que volver a preocupar de nada distinto a comer cerebros. Excepto que si no los consumiera no pasa nada, no es como que el zombie muera por falta de comer cerebros pues muerto ya está y ser re-zombie como que no aparece en el panorama de nadie y quizá sea mejor que ser solo zombie (un zombie estrato -6 pues la escala debería ser de para abajo, no de para arriba, digo yo señores de EPM). Francamente ¿cómo no es eso mejor que estarse preocupando por "la vida", la gente, el país, el eterno sufrir por cosas que están fuera de mi control?

2. No tendría que volver a hacer nada... solo deambular por ahí y rumiar ininteligiblemente alguna cosa, excitarse por el olor de la sangre y la búsqueda del único objetivo (en caso de no haber sido claro, cerebros). 

3. No hay que hacerse aseo, cuidarse, peinarse, tomar la medicina, vestirse, ir al gimnasio (ya se es permanentemente delgado, no hay zombies gordos y eso ayuda). Uno no se enferma, no se muere. Lo único mamón es que los zombies parecen tener un eterno dolor de muelas que les hace tener esa expresión de incomodidad y sufrimiento; puede ser otra cosa, ¿migraña? eso habría que negociarlo, pero igual a uno ya se le comieron el cerebro antes así que dolor-dolor probablemente no sienta, quizá solo sea que lucen así sin que eso refleje nada más.

4. No habría que dormir; los zombies siempre están de pie, no se cansan, no se quitan los zapatos un ratico y se sientan a ver televisión. Y sin la necesidad de dormir uno no tendría esa larga pesadilla de conciliar el sueño, ese eterno no saber si uno va a finalmente dormirse en una y tantas noches de desvelo. No habría ese despertar angustiado para verificar que dormimos dos horas y no parece que haya forma de volverse a dormir. No habrían los recurrentes pensamientos que impiden dormir de nuevo. Al otro día no hay ojeras que importen, puede que hasta luzcan bien.

5. Jamás tendría que preocuparme por cómo me siento, cómo se sienten los demás, si me quieren o no, si los quiero o qué están pensando. No habría un yo quiero, pues solo se quiere una cosa (ver punto 1.) y por ende cesaría el dolor. Nada más zen que un zombie, si uno lo piensa bien, es lo más cercano al nirvana; nada más cercano a la eliminación del deseo. Excepto que hay que morirse primero, pero hay tanta cosa que solo se consigue yendo en la dirección contraria que eso no debería sorprendernos (pienso en la base de algunos espacios de estados que no son parte del espacio mismo, pero olviden ese comentario). 

6. No hay que darle cuenta a nadie nada, no hay que ir a hablar con nadie, no hay jefes, todos los zombies son iguales. El verdadero socialismo y la verdadera democracia, todo en uno, es eso, ya lo tendría uno en la mano ¿para qué otro sistema? 

7. No hay que volver a saludar a nadie, ni despedirse, ni aguantar que le pregunten a uno que cómo está. Solo esto es una razón para querer ser zombie.

8. No hay notizombie, no hay noticieros, no importa el mundo exterior. Alguien ha pensado que eso es lo más próximo al encierro definitivo en uno mismo? (bueno sí, Samuel Beckett pero no muchos más). 

9. No hay un para qué, no hay fines últimos, no hay mentiras, no hay desvíos, no hay rutas alternativas, no que inventar nada, no hay que promover causa alguna, no se tiene que seguir a nadie ni ver los cacaraqueos (tweets en lenguaje más milenial) de nadie.

10. Uno no tiene que entender la letra de las canciones ni lo que transmite un cuadro nunca más.

11. No hay familia, no hay visitas, no hay un deber ser, no hay "la vida", uno se murió, fin, ya no importa. No hay filosofía ni preguntas, no hay que hacerse a una ética y una moral, ni responder ante uno mismo por unos principios y por ende es el fin de la ansiedad, excepto lo del primer punto.

12. No hay un ego, no hay una identidad de la cual preocuparse ni un "uno" ni un yo, ni una personalidad que cuidar o proteger. Nada te hiere, nada te jode la no-vida.

En fin, espero haber presentado el caso... por que al final cuando muera el Rey de la Noche pues uno explota y fin del fin.

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