Compartir

Escribéndo un mensaje en estos días le iba a contar a alguien al respecto de otra persona a quien con dificultad tuve que sacar de mi vida hace un tiempo, para decirle de esa dificultad y de lo que vivía, y quizá todavía vivo, le dije que todavía quería compartir con ella. Y es verdad, era la mejor forma de describirlo, era la frase correcta como la sentía.  

Pero también, casi al instante, cambié la frase porque algo que no entiendo bien es la palabra compartir. Quienes me han dicho esa palabra son las mujeres con quienes he tenido alguna relación que es o aspira a ser de pareja. Iba a decir "sentimental" pero me arrepentí también y preferí decir relación de pareja. Se me courrió que no toda relación de pareja es sentimental...  Es una pensamiento medio inútil e impreciso. 

Pero sí, es con esas mujeres  que he usado esa palabra. Y generalmente ha sido en ese contexto en el que se van a ir o ya han hecho tales cosas o han pasado tales cosas que no hay de otra y yo me voy. "Yo quería compartir contigo..." "me hubiera gustado compartir contigo..." ese tipo de cosas las he escuchado unas cuantas veces.

Quizá sea injusto y en realidad me han dicho "quiero compartir contigo..." previamente a una ruptura y no antes de salir o sacarlas de mi vida. Quizá no solo es cuando se van o yo me alejo. Pero uno inventa una historia, una narración, algo compatible con como uno cree que es, con como se ve a sí mismo, con como siente que lo perciben y en esa mueca que es la imagen que uno tiene de sí mismo dice esas cosas. De todas formas no la entiendo bien, la palabra compartir. 

Significa ¿qué exactamente?

Uno quiere pensar que "tiene cosas", cualidades, características o cosas físicas buenas (una casa, el cuerpo, libros, alguna cosa); que "hay cosas mías" internas o externas, personales, íntimas y propias (¿las hay?) y luego, quiere seguir pensando, que esas cosas (eso es otra capa de suposiciones) son valiosas y en una capa todavía más encima de esta que otros quieren tener acceso a ellas. Como tener arte de gran valor en la casa (¿escondido?). Uno desea pensar que tiene gran valor, que otros lo quieren ver o tenerlo de alguna forma ellos mismos. Pero en cada etapa de esa frase anterior menos y menos gente pasa al siguiente paso. No hay mucha gente que comparta con uno que eso que hay tiene valor, menos gente pensará que es de "gran valor", mucha menos que quiera tener algún acceso y mucha pero mucha menos (si es que alguien) que lo quiera tener. Pero no hace mucho alguien (esa persona de la que iba a escribir en el primer párrafo) me dijo "yo quería compartir contigo..." y resultó ser la persona más egoista que he conocido en muchos años (si no la más de toda la vida), alguien incapaz realmente de compartir lo que era, de abrir su vida o sus cosas (pero no de tomar para ella lo que quería). Creo que parte de lo que resiento es que esa frase la use gente tan absoultamente tacaña con ellos mismos y tan egoista que saben que usarla provoca sentimientos que pueden usar en su favor...

Todo ese episodio me hizo pensar en lo que uno dice cuando dice compartir y me puse a escribir esto. Las cosas compartidas.... el tiempo, los instantes, las experiencias, esas cosas se pueden compartir. Pregunto. Se vivieron simultáneamente, pero ¿se compartieron? ¿quedamos los dos (para el caso) con la misma idea o recuerdo? ¿nos cambió en algo a los dos? puede, pero no necesariamente. Las cosas que se viven entre dos ¿se comparten? quizá, no seamos del todo pesimistas. Pero a cada uno le quedan de diferente forma, a alguno le significa algo y lo recuerda, al otro le vale un pimiento y lo olvida de inmediato, bien porque realmente no estaba ahí o porque sencillamente eso no importaba. Como se puede ver, dudo de que aun esas cosas que se tienen entre dos, una caminada, un beso, una comida, una conversación, sean tan compartidas como uno quisiera pensar.

Ante la duda, me digo, mejor me pregunto algo más sencillo. ¿Compartí yo? ¿comparto yo? esas cosas que entiendo como mías, ¿las comparto verdaderamente? porque como en el amor, uno no está seguro de lo aman o qué hacen al respecto, pero puede estar seguro de qué hace uno. Me digo que sí. Que cuando en el pasado he sentido que quiero estar solo o que ya no siento que pueda dar algo, amor, afecto, atención, concentración, cosas materiales, algún conocimiento o alguna otra cosa, lo he sentido porque lo estaba dando. (Es un argumento circular en cierta forma.) Y sí lo estaba compartiendo hasta cuando me dí cuenta que ya no podía hacerlo por la razón que fuera. Es posible que eso solo sea una forma de sacarme en limpio, un argumento en el que quedo en mejor posición. Sin embargo, creo que lo he hecho. Entonces ¿qué me hace dudar?

Sospecho que es encontrarme con esas barreras de egoismo me hacen dudar cada que escucho o pienso en la palabra. En su posibilidad, en realidad, en su origen mismo, en lo que buscamos al decirla. Y dado que el egoismo es la forma base del ser humano, en general, no puedo ya dejar de dudar de esa expresión....



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