Las viejas son muy complicadas

Se convirtió en anatema que los hombres presentemos o defendamos nuestra posición y visión frente al mundo, la realidad, las relaciones, la economía familiar, el sexo, cualquier cosa. Ser hombre como que se volvió pecado mortal y defender algunas cosas "masculinas" equivale a perder por ahí el 150% de las amigas; no solo perdemos las actuales sino que potencialmente perdemos toda oportunidad con las que todavía no nos conocen. Es un suicidio social, cuando menos; por no decir sexual. Y lo malo es que hay mucho que defender y casi nadie lo hace, excepto algunos comediantes pero solo bajo esa lupa: es comedia.

A los hombres de este momento cultural nos tienen bajo la amenaza continua de que cualquier frase que pueda ser vista como sexista nos pone del lado de equivocado de todo. Y como los hombres, ¡oh sorpresa!, y todavía en mayoría, queremos tener relaciones con mujeres, nos cuidamos mucho de no ir a decir cualquier cosa que las ofenda y nos quite así sea el 0.0001 de probabilidad que tengamos de tener 'algo' con alguna 'ella'. Así que nos la pasamos de hipócritas diciendo cosas que no sentimos y llevándole la corriente a esa 'ella' para no ofenderla. Las cosas nos parecen lindas cuando nos importan un pepino, nos ponemos ropa que no nos gusta porque es como debemos lucir para estar con ella, vamos a infinidad de sitios a los que no queremos ir porque para ella es interesante o distinto o lo que sea. Somos correctos o tratamos de actuar correctamente (incorrecto no es ser criminal o cometer delitos, solo para aclarar) para que esa probabilidad no se anule completamente.

Cuando los hombres nos quedamos en un grupo a solas, la primera frase respecto al tema de las mujeres es que 'las viejas son muy complicadas'. Bueno, en estos días en una de esas, la frase no fue esa exactamente sino una variación local: "las mujeres colombianas son muy enredadas". Le ponen tal nivel de misterio a una cita, un beso o una acostada que hasta los tipos mejor parecidos y con plata piensan lo mismo. Como contraejemplo, en esa conversación, hablamos de las europeas. Si tengo alguna lectora: lo siento, es lo que decimos. No le pregunten al amigo, al novio, al vecino. Les va a decir que no, que no decimos eso. Pero no porque no lo digamos sino por no quedar mal contigo (ver segundo párrafo). Asúmelo. Sos muy complicada.

Uno diría que con la madurez se les quita y no, no se les quita. Se les complica más. Si uno busca pareja se choca con eso todo el tiempo (ejem!, todos los hombres hacemos eso todo el tiempo así seamos fieles y re-fieles y recontra-fieles, no se trata de compromisos o fidelidad, viene con nuestro BIOS o el firmware, no sé).  Uno conoce mujeres agradables y solas a veces por no tener novio o esposo y, a veces, porque lo tienen pero es como si no tuvieran y, en lugar de ser un asunto sencillo el buscar un acuerdo común para hacer de la soledad algo más llevadero, es un complique. Primero para que acepten salir o hacer algo, luego para que acepten un beso y ni hablar más allá de ahí. Se dirán que eso solo me pasa a mi. Y puede ser, pero lo hemos hablado en esos "focus group" que hacemos a escondidas, ver tercer párrafo, y no es solo el caso mio.

A las mujeres, es cierto, les encantan los amigos; eso sí, que las acompañen, que las escuchen, que las busquen, que las hagan sentir especiales, que les reinicien el computador, les rescaten un archivo, les instalen el blu-ray, les quiten los virus informáticos o que las traigan del aeropuerto y cosas así. Y ya. Y a los hombres nos gusta hacer eso, pero no porque sí, no solo por el valor intrínseco de esas cosas. Sino por otra cosa simple: una relación y eso incluye, siento decirlo para la que no esté preparada, sexo, fin. Eso. Pero pareciera que a las chicas no se los han dicho jamás.

También es que hay tipos a los que eso parece gustarles: estar en acuertelamiento de primer grado para alguna mujer todo el tiempo (o varias) a cambio de la promesa de que de pronto, algún día, algo pase y nada más. Y ya sé, todos los hombres hemos tenido esa experiencia. Y todos la odiamos con el tiempo. Nos sentimos maltratados y utlizados. A los hombres nos mama que se use el sexo como moneda de cambio pero mucho peor aún, que se use la promesa de algo en lugar del algo. Y que luego actúen como si no fuera así.

Ahora, hay amigos-amigos. Es decir, hombres y mujeres que son amigos sin más. Pero llegar ahí toma mucho tiempo y hay que poner algo sobre la mesa. Si quieres un amigo-amigo (esta frase asume que tengo al menos una lectora), tienes que hacer algo más que recibir atenciones y ser inteligente o linda o las dos cosas. No hay nada que hable peor de una mujer que el que, luego de salir con uno varias veces, conversar cosas personales, etc. nos diga que 'disculpa si te di una falsa impresión pues no estoy interesada en tí sino como amigo'. Mejor no salgan. No abusen del pobre tipo, el man tiene otra cosa en la cabeza.

Y sí, los hombres tenemos una cosa en la cabeza. Pero usualmente no nos quedamos ahí, normalmente nos apegamos con cierta facilidad a pesar de todo y muchos están más que dispuestos a ser fieles (ver algún párrafo anterior), aunque eso no significa que hasta en las fantasías estás solo tú, lectora. Las mujeres son tan infieles como los hombres así que no hagamos cuentas.

¿Qué más hablamos en los focus group? por ejemplo, que las mujeres son muy buenas trabajadoras, empleadas, etc. pero muy cansonas cuando no tienen contrapeso. Que en una organización cualquiera se necesitan hombres que no se preocupen por cada ínfimo detalle, que dejen cosas al azar a ver qué pasa, que ignoren pequeñeces y no se resientan porque se ríen de sus zapatos. Eso decimos. Y hablamos barbaridades de alguna que nos parezca desagradable, pero no creo que en eso nos diferenciemos mucho de las mujeres.

A esta altura ya perdí el 90% de las amigas, voy a parar ahí para mantener unas cuantas. Ser políticamente correcto impide hacer generalizaciones, nos mutila la posibilidad de reconocer diferencias generales que son, es cierto, marcadas por la percepción pero también por la experiencia. Y son moldeadas por la cultura y a la vez moldean a ésta, lo sé. Pero intentar que los hombres nos estemos disculpando por ser hombres o que no podamos defender algunas formas "masculinas" de hacer o sentir nos ahoga y nos vuelve unos sonrientes hipócritas que puede que llevemos la corriente por un tiempo, pero no indefinidamente.

Por último hagan un ejercicio, lean los avisos de las páginas de solteras que buscan solteros (o alguien que busca a alguien). 'Quiero un hombre que me haga reír, sea inteligente, sensible, le guste salir, bailar, me mime y me conscienta y me acepte como soy.' Lectura, quiero un tipo perfecto pero no quiero mover un dedo. Eso pueda que exista, pero en tu imaginación. Algún tipo va a intentar hacerse pasar por este hombre para poder hacer algo contigo, pero no va a durar porque no hay nadie que sea a la vez un hombre y una mujer, un amante y una amiga. O si existe, es el tipo que siempre falta a los focus group (y no lo conozco) o es gay.

Comments

Habrá a quien(es) no le(s) guste lo anterior expresado por usted profesor, pero lo cierto es que está cargado de sensatez y franqueza.
Unknown said…
¡Cómo es posible que yo hubiera pasado por alto esta maravilla de texto de Nelson! Un texto para recomendar ahora y siempre. Le admiro su valentía o... mejor: su sinceridad, a riesgo de ganarse más de un reproche (y yo, hasta un garrotazo). Como dice Víctor: sensatez y franqueza.

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