Ha pasado un año
Hace una año abrí la página de internet de un periódico local y encontré un titular de último momento, evacúan edificio en El Poblado por el colapso de una columna. Miré bien. Las fotos, sin duda correspondían al edificio en que yo vivía. Supe que las cosas no iban a mejorar pero me confié en las palabras de "expertos" que decían que no pasaba nada. Al día siguiente le escribí a una ingeniera de la obra y me dijo que todo estaba bien. Esa misma noche una parte del edificio colapsó matando 12 personas.
Ha sido un año largo de muchas lecciones, la mayoría humanas pero también de ingeniería de estructuras, suelos, materiales, normas técnicas y sismos. Y también de leyes del consumidor, leyes de insolvencia, contratos de fiducia, leyes de riesgos, aseguradoras y créditos hipotecarios. Al mismo tiempo he aprendido a hacer casi dos trabajos simultáneamente, quedar mal en ambos, aguantar la ira de algunos, la impaciencia de otros, contener la rabia, negociar con gente que no me cae bien, calcular intereses, indexación, tasas de interés de un tipo o del otro, leasing, ley de propiedad horizontal, superintendencias y arriendos.
Digo que he aprendido a no entrar en pánico por la última novedad, el último rumor, la noticia filtrada o una entrevista. También a que lo que diga será usado por los periodistas como les dé la gana y que lo que dice nuestra triste prensa nacional da grima, no se puede creer la mayor parte de lo que afirman. Te llaman y si no tienes alguna bestialidad que decir entonces no importa. Si la dices la magnifican y la vuelven una bola de nieve. Mientras más serio y medido lo que dices, así sea profundo, menos importa. Si les propones una investigación seria ni te contestan.
Creo que aprendí de las falencias en nuestro sistema político, legal y judicial, de nuestra forma de proceder como país frente a los poderosos. Debo decir, también de que si se persiste el sistema de alguna forma puede ayudar a componer las cosas, pero se necesita mucha paciencia y persistencia.
Pero de todo lo que más importan son dos aprendizajes, uno sobre el liderazgo y otro sobre quienes te rodean. El primero fue una larga experiencia en la que pude constatar los retos de asumir posiciones de liderazgo dentro de un grupo, la naturaleza humana y sus atajos son un universo un poco gris en el que uno sabe que debe esperar poco e insistir en obtener lo máximo de todos. En que uno puede guiarse por el principio de que puede demandar lo que uno mismo pone pero esperar que le den lo menos posible, especialmente si hay intereses de por medio.
Y sobre lo segundo, pude constatar que los amigos son esa segunda familia que te rodea cuando hace falta. Y que de lugares que uno no espera surgen ayudas y soporte que también se aprecia, compensano un poco ese tono gris que dejan las zonas grises de las que hablé en le párrafo anterior. Seguro en esta lista faltan muchas cosas que también aprendí pero quiero dejar ahí. Es un año de subir y bajar muchas escalas, cargar con muchas cosas de todo tipo, unas más pesadas que otros.
Ha sido un año largo de muchas lecciones, la mayoría humanas pero también de ingeniería de estructuras, suelos, materiales, normas técnicas y sismos. Y también de leyes del consumidor, leyes de insolvencia, contratos de fiducia, leyes de riesgos, aseguradoras y créditos hipotecarios. Al mismo tiempo he aprendido a hacer casi dos trabajos simultáneamente, quedar mal en ambos, aguantar la ira de algunos, la impaciencia de otros, contener la rabia, negociar con gente que no me cae bien, calcular intereses, indexación, tasas de interés de un tipo o del otro, leasing, ley de propiedad horizontal, superintendencias y arriendos.
Digo que he aprendido a no entrar en pánico por la última novedad, el último rumor, la noticia filtrada o una entrevista. También a que lo que diga será usado por los periodistas como les dé la gana y que lo que dice nuestra triste prensa nacional da grima, no se puede creer la mayor parte de lo que afirman. Te llaman y si no tienes alguna bestialidad que decir entonces no importa. Si la dices la magnifican y la vuelven una bola de nieve. Mientras más serio y medido lo que dices, así sea profundo, menos importa. Si les propones una investigación seria ni te contestan.
Creo que aprendí de las falencias en nuestro sistema político, legal y judicial, de nuestra forma de proceder como país frente a los poderosos. Debo decir, también de que si se persiste el sistema de alguna forma puede ayudar a componer las cosas, pero se necesita mucha paciencia y persistencia.
Pero de todo lo que más importan son dos aprendizajes, uno sobre el liderazgo y otro sobre quienes te rodean. El primero fue una larga experiencia en la que pude constatar los retos de asumir posiciones de liderazgo dentro de un grupo, la naturaleza humana y sus atajos son un universo un poco gris en el que uno sabe que debe esperar poco e insistir en obtener lo máximo de todos. En que uno puede guiarse por el principio de que puede demandar lo que uno mismo pone pero esperar que le den lo menos posible, especialmente si hay intereses de por medio.
Y sobre lo segundo, pude constatar que los amigos son esa segunda familia que te rodea cuando hace falta. Y que de lugares que uno no espera surgen ayudas y soporte que también se aprecia, compensano un poco ese tono gris que dejan las zonas grises de las que hablé en le párrafo anterior. Seguro en esta lista faltan muchas cosas que también aprendí pero quiero dejar ahí. Es un año de subir y bajar muchas escalas, cargar con muchas cosas de todo tipo, unas más pesadas que otros.
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