Acerca de la soledad

la soledad es una criatura frágil, simple, sencilla y elusiva que puede habitarte para siempre, por unos momentos o por períodos largos de la existencia. 

Todo la rompe, todo la afecta, nada pasa a través suyo sin tocarla. 

La soledad es en cierta forma una operación binaria al revés, cero más cero no es cero sino uno y se restan dos. 

Cuando crees tenerla se evapora al menor contacto, huye al menor roce y, sin embargo, es sólida. 

La soledad tiene al extraña propiedad de transformarse rápidamente en la evocación de otras soledades y dejar de ser. 

Contrario a lo que la cultura popular pregona, las soledades no se atraen, se repelen. 

La peor condena del solitario es el tipo de persona que no sabiendo qué es la soledad pretende rescatarlo. 

Para el solitario cada palabra es un sacrificio, un largo discurso innecesario y cada saludo, una pequeña vejación que ningún ser humano debería soportar. 

La soledad y el silencio se hablan y se entienden. Aunque no suelen pasar la noche juntos. En cambio la soledad y la desesperanza podrían ser hermanas, pero solo por adopción. La soledad no tolera la esperanza. 

La soledad pura no existe, está poblada de impurezas y se corrompe fácilmente. 

¿Cuándo estás realmente solo? ¿cuánto tiempo sin contacto humano debe pasar para ser solitario? ¿cuánto sin hablar con nadie? ¿cuánto sin añorar a otro o el contacto o el abrazo de alguien?

Los únicos solitarios de la historia son los niños ferales. La soledad es un intento de volver a ese estado para quienes nunca lo han experimentado, privados del no uso de la palabra ese estado es casi imposible y de lograrse el resultado indeseable. 

Hay solitarios falsos, aquellos que aspiran a algo. La verdadera soledad aspira a... nada. Y están aquellos solitarios falsos que aspiran a que haya un cambio. Y aquellos que hablan de la soledad.  La soledad no tolera cambio ni descripciones ni explicaciones. 

La soledad no es un camino hacia algo ni mucho menos un medio, quienes la confunden con un medio para conocerse o para cambiar algo ni la conocen ni la viven. Lo que cambien o conozcan podrá ser, pero no gracias a la soledad. 

La soledad no se mide ni se tasa, todo el que la mida o tase estará en la fantasía común de vivir la soledad. 

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