Uber y las fotocopias, lo que va de uno a otro

Imposible pasar por encima del caso Uber y lo que implica. Por un lado uno quisiera que el Estado estuviera siendo dirigido o administrado u orientado, como queramos llamarlo, por personas con una lógica, con una educación y entrenamiento que les permita razonar y tomar decisiones al menos eso:razonables, con la información que hay y los recursos existentes. Y no siempre serán buenas decisiones pero cierta honestidad en la toma de las mismas al menos deja un poco de amargura a un lado.

Entonces empecemos por el principio. Tenemos un país que tiene potencial para proporcionar felicidad y tranquilidad a todos. Sin ser ricos, eso es diferente, pero al menos un futuro mejor para cada generación y un campo de juego abierto y en el que todos queden incluidos y puedan buscar sus objetivos con libertad y reglas. Sin embargo, somos el país del eterno potencial... las cosas parecen ahí, a la vuelta, fáciles de lograr, al alcance, pero siempre se escapan y están un poquito más allá, una pizca más al fondo, un tramo, ya casi, ahí están a la vista, lo podemos ver pero sigue siendo potencial.

Por ejemplo, dado que el cambio climático no se va a ir para ninguna parte en los próximos años sino que probablemente va a ser cada vez más crítico, bien podríamos hacer un plan para lo que sigue en ese escenario en términos de seguridad alimentaria, vivienda, etc. pues habrá inundaciones, deslizamientos, cambios en las costas y ríos, incremento de enfermedades que hoy no son un problema, cambios en la productividad de la tierra, turismo y un larguísimo etcétera. Sin embargo, nos sentamos a mirar como otros hacen la investigación y a contemplar (una verdadera tradición colombiana, contemplar). Tenemos un país con una biodiversidad impresionante, fuentes de agua (como los páramos) únicas en el planeta, todos los pisos climáticos, tierras de todo tipo, costas, ríos y una naturaleza que nos podría dar refugio y aun lograr acomodarnos cuando las cosas pasen de gris a gris oscuro. Pero no, seguimos contemplando. No hay un plan para manejar las costas si el mar sube, para manejar las reservas hídricas y fuentes de agua, no sabemos por ejemplo cómo cambiaría la producción agraria con el calentamiento global en Colombia, ¿el café podrá seguirse produciendo en los mismos lugares? ¿el aumento o la ausencia de lluvias afectarán la producción de arroz, caña, algodón? ¿de pronto una zona como el Valle del Cauca pase a ser mejor para producir otra cosa? ¿será que los Llanos Orientales puedan ser mejorados agrícolamente y cuando las lluvias cambien (si cambian, nadie sabe bien eso para nuestro caso) para que produzca más? ¿debemos hacer  a un lado la producción de ganado (carne) pues es insostenible, demanda mucha agua y no es muy eficiente alimentariamente? Nada de eso se discute y nada se hace, nada se planea. El cambio climático nos llegará y pensaremos "... si hubiéramos tenido en cuenta esto seríamos potencia mundial". Si solo nos hubieran dicho pasaríamos de ser potencial a realidad.

Pero el peor error y defecto de Colombia es que ha sido consumidor de conocimiento y siempre, siempre, se sienta a esperar que le digan: la FDA aprueba una medicina, nosotros también. La prohiben, nosotros copiamos. Y ese ejemplo se puede llevar a todos los campos. Y como consumidores de información y ciencia o conocimiento, siempre estaremos atrás. Porque mientras otros no lo produzcan no existe. Sentarnos a esperar que nos digan, a contemplar, es nuestro estado natural. Y como Colombia no es el objeto de estudio de la NOAA y no nos van a decir: mueva los pueblos de la costa X metros hacia adentro que se los va a llevar el mar en 30 años. O lo dirán pero en términos generales y no particularmente aplicado al Caribe colombiano, no para los pueblos que están en las desembocaduras de grandes ríos (Magalena, Atrato, etc.) o los que están a nivel del mar pero tierra adentro (Mompox?) y no aplicado a lo que pueda pasar con las lluvias que van a modificar caudales y trayectorias de ríos y lagunas y embalses (y cosas como la producción de energía eléctrica). Nadie nos va a decir, investigue y use la energía eólica de la Guajira, use la energía del sol de la Tatacoa u otros sitios potencialmente buenos para eso.

Entonces, contemplamos... y luego criticamos, no faltaba más. Y para mí la respuesta y pregunta simultánea es simple y lo revelaron las pruebas PISA no hace mucho y desde hace mucho: no tenemos buena educación. No pensamos lógicamente. No argumentamos bien, no usamos información para sacar conclusiones e inferir otras cosas. Y eso se nota, por ejemplo, en lo que pasa con Uber. Le Ministerio de Transporte (uno de los involucrados, no el único) dice que Uber es un servicio de transporte. Y para eso valdría una definición de qué es un servicio de transporte. Pero no la hay o es precaria y mal redactada, corresponde al siglo pasado y está en poder de mafias de transportadores que viven en ese siglo y pretenden que todos sigamos allí, usando sus monopolios y mafias. Pero Uber no compra carros, no alquila carros, no es dueña de vehículos, no tramita nada para ellos. Si un conductor de Uber no quiere salir a buscar un pasajero a Uber no le importa. Si un conductor borra la aplicación o vende el carro Uber puede no darse ni cuenta. Uber conecta a A con B y cobra una comisión por eso. Pero Mintransporte quiere que pinte los carros de blanco. Y Uber puede pintarlos, excepto que no tiene. Puede pintar la app de blanco pero no más.

Otra cosa es que los taxis vivan en el siglo pasado y sigan ahí. Que los famosos cupos de taxi valgan más que el taxi y eso ponga todo en manos de los que los pueden comprar y tramitar o traficar. Y que a los taxistas los traten tan mal y sean tan mal educados, literalmente, ver párrafo anterior. Pero en Mintransporte no parece haber gente con la lógica suficiente para pensar eso, concluir y buscar reglas que nivelen el terreno para todos. Que, en este caso, significa deshacer las mafias de dueños de taxis (no de conductores) y hacerlos evolucionar. Alonso Salazar cuando fue alcalde de Medellín puso una norma de taxis con GPS y sistemas de asignación de la carrera basados en esas herramientas. Obvio la tumbaron y nunca funcionó, no convenía a los dueños y las mafias de dueños.

Lo mismo del transporte sucede con Airbnb y Rappi, con servicios que aun no llegan como BlaBlaCar y que ahora no llegarán. Y eso nos deja en un país justo del siglo XX. Y eso ¿qué tiene que ver con las fotocopias? para mí es simple. Cuando en Colombia deje de ser un empleo viable y seguro el apretar un botón de una fotocopiadora para ganarse la vida, cuando esa no sea una opción de empleo, daremos un paso adelante. Porque ¿qué incentivo para estudiar y hacerlo bien hay en apretar un botón 8 o 10hrs diarias? ¿para qué estudiar si al final lo único que necesito hacer es conseguir una moto a crédito y repartir cosas con Rappi? No hay que saber sumar bien, menos multiplicar o dividir, ahí están los celulares que tienen calculadora. Y cuando pensamos que sacar una fotocopia ampliada es más caro, estamos yendo más  hacia atrás aun. Mientras un muchacho entienda que si se sale del colegio sabiendo nada (que sería lo que pasa a veces incluso terminando la secundaria según las pruebas internacionales) encuentra empleos tranquilos y que le permiten sobrevivir y tener cierca comodidad ¿para qué estudiar? ¿para qué demandar mejor educación?

Y sin mejor educación el círculo vicioso se cierra y Colombia permanece al margen, en manos de mafias, políticos sin ideas, etc. Y seguiremos portestando para que no cambien cosas que necesitamos cambiar, la educación a todos los niveles, el sistema pensional, el sistema de salud y otros y para que sigamos demandando que el Estado nos siga protegiendo la ignorancia y poder sobrevivir sin estudiar ni saber, para que apretar un botón de una fotocopiadora siga siendo un futuro. Y mientras eso sea un futuro es duro pensar que los Ministerios estarán conformados por gente con la lógica y demás cosas necesarias para resolver casos nuevos e ir avanzando.







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