¿Cómo estás?

La pregunta que más temo es ¿cómo estás? Y es que la verdad es que no sé. La respuesta más honesta que puedo dar es que no sé. Pero no es la más amable con la gente que me pregunta y en aras de ser cortés pues digo que "bien". Pero dos cosas: una, realmente no sé y dos, no sé para qué soy cortés. Imagino que uno es cortés para mantener funcionando cierto engranaje social, para recibir la simpatía de los demás y poder contar con ellos si llega el caso o al menos no sufrir el producto de su ira. Pero en mi educación hubo algo que quedó mal, yo soy cortés de una forma sincera, espero caerle bien a la gente. Según parece esa no es la razón original de la cortesía y por lo tanto siempre parezco tener el fin equivocado. Y hay algo más que quedó pésimo en mi educación y aún no he podido detectarlo, pero sí sé el resultado: los intentos no salen bien casi nunca. Luego, sigo la regla de cortesía como por la inercia que me enseñaron o alguna vaga esperanza de que le caeré bien a no sé quién porque es claro que no logro mucho más. 
Leía en una biografía de Grisha Perelman (Perfect Rigour) una larga descripción del síndrome de Asperger. La autora insinúa sin decirlo completamente que Perelman padece dicho síndrome. En su argumento cuenta que las personas que nos dedicamos a la ciencia y las matemáticas tenemos como cuatro veces más posibilidades de sufrir los síntomas en algún grado. Y como sucede cuando alguien le lee a uno los síntomas de algo, de inmediato me sentí con Asperger. Nada que ver, no lo tengo, pero la sensación de que tengo que contestar con la verdad cuando alguien me pregunta cómo estoy me pone nervioso. Quiero contestar la verdad pero otro mandato, una regulación interna para mi adaptación social, me lo impide. Por eso no tengo Asperger pero casi, siento que estoy siempre a una milésima de contestar literalmente. Bueno, aparte de la sensación de extrañeza porque la gente a veces no actúa con lógica (la que yo creo que es la lógica) o por qué no quieren realmente decir lo que dicen y yo como que espero que lo que digan tenga un sentido literal. Así que ¿cómo estás? podría recibir unas respuestas muy desaptadas dependiendo de quién y cuándo me pregunten, unas demasiado amables y reveladoras y otras demasiado amargas y reveladoras.
Por eso la mejor descripción es que no sé. No sé cómo estoy. Para ser franco quisiera decir que bien y que eso signifique algo real y no simplemente "pudiera estar peor" que más o menos es lo que significa. La verdad es que estoy confundido. Es la mejor palabra para reemplazar el no sé. Confundido porque siento que debería estar más deprimido después de haber trabajado organizadamente mucho tiempo y ahora tener mis ahorros a despensa de unos constructores psicópatas, confundido de que no me dé más rabia que a nadie le importe. En confusión por no entender por qué luego de tantos años las relaciones con las demás personas son tan difíciles y complicadas para mí, confundido porque no sé a quién honestamente le caigo bien y a quién no (no sé leer esos signos y no tengo idea) lo cual complica todavía más la complicación anterior; confundido de que el trabajo me importe y quiera hacerlo bien pero resulte haciéndolo tan pobremente, sin saber porqué tengo tantos pendientes de cosas que me entusiasman pero igual no las hago, en fin. Confundido de estar sin tener respuesta a nada durante mucho tiempo, tratando de adivinar qué cosa es la que se supone que debo ya haber concluido de la vida hasta ahora.
El hecho es que no sé tampoco qué es lo que la gente me pregunta cuando me pregunta cómo estoy. ¿Se refieren a ese instante preciso? Las respuestas de nuevo serían locas: "absolutamente abrumado de no tener nada brillante que contestar" sería una de ellas, "emocionado de verte pero sin saber qué decir", sería otra. "Irritado de tener que hablar con vos", "fastidiado porque no llegaste antes a mi vida y ya puede ser tarde", "totalmente contento de verte pero tratando de parecer inteligente a ver si quieres hacer algo conmigo", "cansado de hablar y hablar y hablar y que no pase nada", "harto de que me hagan esa pregunta o cualquier otra que se te ocurra" y un largo etcétera.
O será que me están preguntando cómo estoy en promedio en la vida en esos días. En cuyo caso las respuestas que pienso son "medio aburrido porque sigo en una monotonía de la que no sé cómo salir" o "anonadado de vivir en un país sin ética pública" o "contento porque me han sonreído como tres personas en estos dos últimos días y pienso que es que les caigo bien" o lo contrario. O ¿cuándo a uno le preguntan cómo está se refieren a la salud? en ese caso, bien gracias sería menos mal común. O una lista de síntomas más o menos incómodos tanto de sentir como de escuchar.
Ahora, podrían estarme preguntando qué siento, cómo estoy emocionalmente. O cómo estoy en el trabajo en cualquier otro aspecto... por eso no sé. Honestamente quisiera en serio que alguien me explicara qué es lo que me preguntan a ver si me aclaro y de pronto me cuentan qué es lo que esperan escuchar o qué es lo que la gente normal contesta cuando le preguntan. Escuchar a los que contestan "excelente" a esa pregunta me sorprende y deprime. Yo por mi parte solo quisiera de pronto poderla contestar alguna vez a alguien verdaderamente y que no se vaya de espaldas.

Comments

Unknown said…
Hola querido Nelson cuando leí el título, pensé que la pregunta de Cómo estás estaba dirigida a mi y no se porqué me dio algo de risa y que de alguna forma mágica todo el que lo leía te contestaría y así te armabas una lista de posibles respuestas que no se para que te servirían. Obviamente no tiene sentido lo que te digo, pues eso no sucedería en un blog pero por eso te digo fue lo primero que pensé. Luego leí lo de la estadística de conseguir pareja y entonces armé una mezcla extraña en mi cabeza y me acordé de la película Mary & Max, que es una historia de la amistad que comienza por correspondencia entre una niña de 8 años que vive en Australia (no recuerdo la ciudad) y un hombre de 40 que vive en New York y que sufre del síndrome de Asperger. Esta amistad perdura por unos 20 años, pero nunca llegan a conocerse personalmente. En fin, la estrategia de Mary para conseguir este amigo fue copiar un nombre que le llamó la atención de un directorio telefónico, con su respectiva dirección y escribirle.
¿A pesar de todas las estadísticas que anuncias sobre la dificultad para conseguir pareja, pensé en lo de la carta como algo divertido, y romántico y que seguro ya poca gente hace. ¿todavía hoy alguien escribirá cartas de papel? Guardo algunas enviadas por amigos (tengo una tuya, no a mano, pero la sentí muy afectuosa en un momento de angustia. Será que a alguna mujer de ese poco porcentaje le enamore una carta a mano y tu dirás que no te gusta escribir cartas o que ¿a quien se la escribes? y entonces no se me ocurre mucho que decirte. Solo que me gusta a veces leer lo que escribes.

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