Seguir siendo ignorantes (I)
Sucede mucho en estos
últimos días que me gustaría compartir. Pero me he vuelto políticamente
correcto en estos meses (traducción: miedoso) y no despego a compartir
en este blog nada (interesante o no). Sin embargo, lo que hoy me motiva a botar un
poco ese miedo es una reflexión que viene de tiempo atrás. Creo que debo haberlo
dicho antes en este blog: el llamado subdesarrollo del país que:
1. sí existe, es real y como toda
realidad, difícil
2. nos la pasamos culpando a otros de
su origen pero no, no es culpa de otros.
3. tiene razones históricas, hay que
entenderlas y saberlas pero no usarlas como excusa
(hago aparte esta última frase porque
creo que es la más importante en el fondo:)
4. nos lo ganamos día a día, decisión
a decisión, paso a paso.
Y esta última, que hace parte del primer
grupo, pero en orden va aquí:
5. muchos lo usan (usamos) como
excusa permanente para no hacer las cosas bien, para ejecutar acciones contra
toda ética, para beneficiarnos de él (el subdesarrollo beneficia a mucha gente,
demasiada). Nos limitamos a cumplir nuestro papel de subdesarrollados en cada
instante porque nos conviene y cuando algo nos saca de ahí nos está sacando de
algo que es cómodo, que ya conocemos y es nuestra zona de confort.
En el punto 4. no digo "merecer"
sino ganar. Luchamos a brazo partido para ser subdesarrollados, mantener esa
condición, usarla, acariciarla y perpetuarla. Ahí se junta con el 5: es cómodo.
Alguna vez en una profunda tristeza
producida por una persona que decidió que yo no le servía ya más para su vida,
una amiga me dijo: "con tal que no te acostumbres a la tristeza". Un
tiempo después lo vi claramente, uno se acostumbra a la pena, al dolor, al
sufrimiento. Y cuando ve que se le puede ir no sobran instantes en que uno alarga
la mano para que no se vaya, para recuperarlo y atraerlo de tal forma que
estemos de nuevo en un estado que se nos vuelve costumbre, que es la nueva
verdad, que es lógico (aunque no lo sea, todo el discurso y la narrativa
interna dan para que sea lógico), que es cómodo y conocido. No dejar que las
cosas por su intensidad y duración se nos vuelvan un nuevo normal es una lucha
permanente, especialmente cuando no lo son. En ese sentido ser subdesarrollados, ignorantes, etc. es nuestro 'normal', es algo que aunque siendo negativo, si lo perdemos, se nos desprende algo propio. En esto nos acostumbramos al dolor y si no está nos hace falta...
Volviendo al tema de este escrito: el
subdesarrollo existe, infortunadamente. Uno lo ve cuando viaja, ve países y
ciudades donde hay tanta gente o más que aquí y la gente se trata decentemente,
respetan el turno, el silencio, el espacio, la calle, la ciudad, el transporte,
las cosas comunes, la vida y no necesariamente siendo más ricos. Aquí, sin embargo, en Colombia por si no está claro, nos echamos cuentos permanentes que no pasan de
ser cuento: que somos amables (no lo somos), que somos educados (y no, somos muy maleducados) y cosas así. Y allá se observa el
impacto de esas diferencias, luego sí, el subdesarrollo es una realidad.
Sin embargo, escribo todo esto con un
ejemplo en mente y mejor lo pongo de una buena vez. Estoy, por azares algo
complicados de explicar, al frente de un esfuerzo de mi Universidad por estar
dentro de un grupo de universidades que trabajan en un experimento. Pero
realmente no quiero hablar de mi tarea personal. Lo que quiero decir como
ejemplo del argumento de este blog, es que apenas empezamos me gané varios
enemigos personales con tan solo decir que íbamos a trabajar en eso. Son tan
dedicados como pocos y disciplinados para odiar. Los argumentos para su
enemistad no varían mucho. A unos nunca les he caído bien y todo lo que haga es
malo y nocivo, a esos no los entiendo pero ya me acostumbré. Pero los otros,
los que deben dar argumentos para explicar su animadversión sí son más bien
tristes.
Uno de los argumentos en contra
es que vamos a financiar la investigación de países desarrollados, lo cual es
solo ignorancia (y falta de curiosidad pues la información está en Internet).
Este centro tiene un presupuesto anual al que entramos aportando cero. Nada. Ni
un dólar. Luego, si evolucionamos para bien, debemos poner para mantenimiento
alrededor de un 0.0002% o un 0.0003% negociable de ese presupuesto global.
Mejor dicho, debemos dar 300 de 250.000 necesarios y que ponen otros a pesar de
lo cual nos tratan como a un igual. Y ni nos cobran ni les interesa mencionar
los 60 años de inversiones que llevan quienes fundaron el centro. Así que
pensar que sin nosotros este centro se viene al piso por falta de financiación
es ridículo aparte de ser verdaderamente un argumento provincial. Seriamente,
si no entramos no pasa absolutamente nada, todo sigue su marcha, solo que
nosotros estaremos afuera como siempre. En ese argumento yo veo algo simple:
queremos y debemos seguir siendo ignorantes y subdesarrollados, enfrentando
problemas secundarios en ciencia. Y nadie nos está vendiendo nada, tocó llamar
a muchas puertas para que nos abrieran un espacio.
Una cosa más que oigo es
que esto no se financia como siempre se han financiado estas actividades. A lo
cual respondo: "y miren a dónde hemos llegado...", casi a ningún
lado. No hemos actualizado nuestro accionar en investigación desde los años 90.
Seguimos produciendo ciencia que casi nadie cita o que motiva cero o muy poco
interés en el mundo, ni siquiera nosotros mismos a veces estamos interesados en
lo que hacemos en general y con pocas excepciones. Así que adoptar un cambio
abrupto, aprender algo nuevo, no seguir repitiendo el camino que está probado y
que es cómodo (por lo insatisfactorio) y conocido, eso parece incomodar.
Ponerlos de cara a "no hay excusa para seguir siendo secundarios en todo
toda la vida" como que les saca de adentro el diablo de "hundamos
este barco que de pronto llegamos".
Los factores humanos para las
críticas los puedo entender y no los voy a listar. Yo mismo los siento y los
vivo cuando otros hacen cosas. Son el factor humano que a mí mismo me sorprende
(de mi). Pero disfrazar el factor humano de razones técnicas o científicas y
especialmente mal informadas (a propósito porque la información está
disponible) y sin preguntar, eso sí me parece una forma no disfrazada sino
directa de seguir repitiendo esquemas que nos tienen al margen; consumidores
permanentes de tecnología y conocimiento que otros producen. Observadores lelos
frente a ideas que otros desarrollan. Ah! olvidaba decir, el otro factor que
nos asegura ser subdesarrollados para siempre es ver la ciencia como algo bello
(que lo es) que hay que contemplar desde lejos y dejar que otros (que sí saben,
en esa lógica) inventen para nosotros seguir contemplando (que no lo es,
es algo en lo que hay meter la mano e intervenir).
Para muchos profesores ser de los
pocos que entienden esas construcciones de la ciencia es un púlpito que se les
pierde cuando el país es tratado como un igual. En este último caso, un
igual tiene que aportar, tiene que ayudar, tiene que inventar y construir, no
puede simplemente contemplar; que es algo en lo que nos volvimos expertos. Yo
personalmente opto por dejar de contemplar y voy a tratar de hacer (así no sea
muy bueno o no me resulte bien) e invito a otros a hacer y contemplar lo que los
demás hacen para apreciarlo y motivarse, pero no para quedarse ahí.
Termino con esta reflexión... siempre
me cayeron gordos la mayoría de "cantantes protesta", pero no todos
por igual. Una que me parecía la feria de las vanidades proletarias era
Mercedes Sosa. No sé qué tan bien vivía pero sospecho que no pasaba necesidades
económicas. Lo que sí sé es que estos cantantes necesitaban que hubiera pobres
y miseria, sin eso todo su andamiaje se venía al piso. Vivían del
subdesarrollo. Todo lo que removiera este factor era un enemigo (de ellos). Así
estamos con la ciencia, abajo todo lo que nos pueda sacar de la ignorancia pues
criticarla es lo que sabemos hacer y es cómodo.
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