hoy sé

sé que estaré solo
durante un largo tiempo,
no importa quien llegue o quien parta;
estaré solo durante largo tiempo.

en mi corazón no hay espacio,
no importa si deseo que ese espacio
exista o no, para alguien o para nadie
para mi o para otros. Sencillamente
todo está lleno con lo que allí yacía
en el momento en que se hizo
más pequeño.

estaré solo en mañanas,
noches y tardes de calor,
estaré solo mientras espero el tráfico
y mientras el fogón está prendido,
mientras como, mientras sueño.
mientras el espejo me devuelve mi imagen.

cada día me esperará más soledad,
la misma del día anterior; quizá con nueva cara.
Lo que sabemos es que la soledad se acumula,
como los kilómetros o las millas
en los caminos, de hito en hito,
de poste en poste,
de casa en casa.

se irá acumulando soledad,
como el polvo y la basura en los callejones muertos.
El viento la traerá,
se harán montañas y no voy a querer
moverlas, ni a querer hacer algo al respecto.
ni ahora, ni en una semana.
aun si muevo esa montaña
no voy a evitar la soledad por venir
la futura, la que espera por llegar
a la vuelta, de casa en casa,
de día en día, de hora en hora.
La que hace fila por entrar
a esta casa, a este cuarto,
a este rincón, a este último
refugio donde ya está por entrar
para no salir jamás.