Educación de calidad ¿qué es eso?

Trabajo en educación desde casi toda la vida... cuando no trabajaba en ella era porque estaba estudiando. Y desde siempre he oído a profetas, herejes, predicadores y sabios hablar de la calidad de la educación. Siempre parecen estar seguros de qué se trata y uno siempre dice entender lo que dicen.

Cuando hablan uno asiente con la cabeza. No sé si quienes me leen han visto esas congregaciones gringas, generalmente negras, en las que nació el gospel y de las que se supone dieron origen a la música soul, en las que un predicador cristiano enuncia verdades y frases que resuenan con la audiencia y ésta asiente, muchas veces en voz alta y a veces grita "yeah!" cuando lo dicho llega cercano a sus convencimientos. Una reunión de expertos en educación es igual: alguien dice algo y todos los demás asentimos con cara de gravedad. (¡Cuánta razón tiene!) Lo extraño es que a veces alguien se para y dice lo contrario, más o menos, al menos no totalmente de acuerdo con lo primero y todos volvemos a asentir. (¡Cuánta razón tiene!) Y al final llegamos a un acuerdo, que suele ser expresado en frases genéricas y muy elevadas de espíritu y muy humanas o a veces técnicas; pero que en el fondo cada uno cree que reflejan lo que ellos piensan, así entre cualesquiera dos no haya acuerdo real y simplemente las conclusiones sacadas son tan generales que cada uno puede poner en ellas el significado que quiera, "yeah!"  La educación es el terreno de los predicadores, todos tenemos una verdad y todos la queremos enunciar y todos estamos convencidos de que esa verdad, la nuestra, es La Verdad y no necesita ser verificada o ya lo ha sido.

Tomemos como ejemplo a Medellín la Maleducada o Antioquia la Maleducada, o Colombia la más Educada (para allá vamos) y luego seguirá "América Latina la Más Educada" y luego el "Planeta más Educado" y "el sistema solar más educado" y finalmente La Galaxia o quizá más allá... menos mal nuestra vida no es tan larga porque llegaríamos a agotar los contenedores que podamos declarar "más educados". Por que el problema es de contenedores, no de contenidos. Pero en fin, tomemos el ejemplo. No importa que al Gobernador y Alcalde y Ex-Alcaldes, se les haya hecho ver que muchas de sus ideas no funcionan, que puestas en práctica no dan resultados en términos de lo que ellos quieren: que muchos pasen a la Universidad, que tengan buenos resultados en pruebas estandarizadas (todos los sabores de las pruebas Saber: Pro, 11, etc.) y no nos vaya tan mal en bilingüismo, etc.etc. No importa: las siguen impulsando porque ellos saben. Ellos tienen La Solución, saben El Camino para redimirnos: sacarnos de la Ignorancia, veremos La Luz, hermanos. Lo extraño es que han realmente trabajado en Educación y son portadores de Su Versión de la Verdad y la plasman en las mismas frases que otros las plasmarían a pesar de tener ideas concretas contradictorias. A veces se les olvida que Luis Pérez fue Rector, profesor universitario y director del ICFES. De nuevo, nadie necesita verificaciones, o mejor: las verificaciones las hacemos nosotros mismos o nuestros súbditos y nos las arreglamos para leer que nuestra verdad impera.

Vuelvo al tema. Mi punto principal es que nadie sabe bien de qué está hablando cuando habla de calidad de la educación. Y por eso, epistemológicamente hablando, no sabemos qué estamos buscando y para donde vamos. Y peor aún, si llegamos, no nos vamos a dar cuenta pues no sabemos qué es lo que se supone que nos espera cuando encontremos el camino o la meta. Esto lo digo solo por puntualizar pues es imposible "llegar".

La razón para lo anterior es simple: no he oído a nadie,  en una reunión de expertos en educación, decir: "me educaron mal. soy un maleducado, no recibí la formación adecuada, soy un ignorante cuando pude ser sabio, no aprendí un carajo en la escuela ni el colegio ni la universidad (o alguna de las tres), arruinaron mi estructura cognitiva" (versión para expertos de todo lo anterior). Nadie levanta la mano y dice "yo sé realmente nada; no me pregunten cual es la capital de España o cómo diablos Europa terminó conquistando y colonizando a América ni porqué se llama así." (ok, estoy exagerando). Nadie se para y dice "soy un bruto y no me educaron bien en ninguna parte", algunos lo dicen pero como mero efecto retórico... para acentuar que sí saben. Todos partimos de la base de que fuimos bien educados, de que lo que nos enseñaron sirvió y la prueba es que somos exitosos, ricos, muy inteligentes, podemos citar a Piaget de memoria (o a Proust o cualquier otro) o sabemos resolver una ecuación de segundo grado para X o más allá: podemos explicar el principio de incertidumbre sin pestañear. Tenemos muchas pruebas. A las reuniones de educadores y expertos en educación no van las personas que venden en los semáforos, los que venden droga, los integrantes de combos, los narcotraficantes, los asesinos o ladrones (a veces van pero a otra cosa). Y por eso, todos sabemos cómo es, como a nosotros nos enseñaron o como llegamos a concluir a través de ese entrenamiento que debería ser. Somos la prueba viviente de lo que es una educación de calidad. Por eso no verificamos: somos la encarnación de la verificación. Predicamos, hermanos, nuestro credo.

La calidad de la educación habría que definirla de alguna manera para podernos poner de acuerdo en qué significa o, si no lo vamos a hacer, podríamos ser claros en que no hay un solo concepto y que cada uno, cada institución, define calidad como le da la gana y merece respeto y con base en ese parámetro serán medidos. Por ejemplo, en Estados Unidos no hay un Ministerio de Educación con los poderes del nuestro. Si quiero fundar una universidad allá y puedo, voy y la fundo; con ánimo de lucro, sin él, para predicar la palabra y enseñanzas cristianas, para demostrar la inexistencia de dios, para avanzar en ciencia, para avanzar en arte, para lo que cada uno quiera. Así las cosas, en Estados Unidos las universidades tienen su propia versión de calidad. Se comparan por indicadores y otros juzgan si eso les parece bien, pero las universidades cristianas no juegan ese mismo juego: se miden por si sus egresados son más píos o menos píos, más o menos pecadores o más o menos cristianos o si escriben más o menos libros sobre dios (o algo así). Si no salen bien en el GRE qué se le va a hacer, los están midiendo con la vara que no es para ellos. A veces hasta les va bien el GRE e igual, eso no importa. Luego, si nos importa tanto la calidad y tenemos un Ministerio para administrarla, deberíamos ser claros en qué implica al menos con algún grado de precisión en torno a lo que diferencia lo bueno de lo malo.

Y ahí es donde naufragan todas la ideas encontradas: en que no hay un reflexión real sobre el tema. Les voy a dar un ejemplo. Tomemos el caso inglés. Conozco en parte, el sistema educativo inglés. Conozco profesores de tiempo completo allí (uno que otro todavía me habla) y sé sus penurias... se quejan de que sus estudiantes pasan con 2.5/5.0 (el 50% dirían ellos) y a veces menos (el 40%) pues aplican de vez en cuando curvas gaussianas para normalizar notas de exámenes en que por alguna causa perdió demasiada gente. Es más, les va más o menos mal en las pruebas PISA o TIMMS como país. Un estudiante en algunas universidades británicas (aquí hablo incluso de las que han salido entre las mejores 50 del mundo en cada medida que se ha hecho sobre eso, Shangai, The Times, cualquiera), puede tomar un examen hasta cuatro veces hasta que lo gane. Los profesores son científicos o académicos de los mejores del mundo en su tema. Y ellos se quejan de que los estudiantes son malos, que no estudian, que no tienen disciplina, que no sacan adelante nada, no entienden, pasan de agache en todo. Y sin embargo, el Reino Unido, tiene la mayor concentración de premios Nobel fuera de Estados Unidos, tiene unas de las ratas de patentes más altas del mundo, es una de las economías más grandes del planeta, su producto per capita es muy alto, la calidad de vida es alta, la tasa de asesinatos es 60 veces menor que en Colombia, su rata de publicaciones científicas es demoledora, etc.etc. ¿Es buena o es mala? depende a quien se le pregunte.

Eso solo refleja una tensión. Los profesores pensamos que la calidad de la educación sería la calidad de nuestros estudiantes. De afuera juzgan que la calidad es cualquier cosa que haya que hacer para mantener las ratas de crecimiento económico, las ratas de productividad científica, los premios Nobel, las patentes y la productividad. Son dos cosas distintas... ¿cuál es la verdadera?

Y esa tensión es una que hay que resolver de alguna forma, aunque sea (y debe ser) sobre una base temporal. Muchos países la resuelven diciendo que les interesa que sus egresados salgan bien en pruebas estandarizadas o que pasen muchas horas estudiando hasta que los profesores queden satisfechos de que saben... y otros no paran tantas bolas a eso y no les va tan bien en esas pruebas o sus estudiantes no son tan buenos, pero ambos estilos mantienen economías pujantes, productivas e innovadoras. Estados Unidos y Gran Bretaña son ejemplo de esto último y Finlandia y Japón de lo primero.

Ni siquiera hay acuerdo sobre inversión. Estados Unidos tiene una de las educaciones más caras del mundo (sumando inversión privada y oficial y lo que gastan las familias en ello) y Finlandia una relativamente barata, Y los resultados de Finlandia en pruebas como PISA son mucho mejores, pero no tienen la fortaleza innovadora de Estados Unidos y su ingreso es menor per capita, aunque no mucho. O tomemos España, en los últimos lustros la rata de graduación universitaria fue altísima, con altos indicadores de productividad científica e inversión en ciencia y tecnología. Sin embargo, se hunde en una crisis terrible, el desempleo profesional es el más alto que se pueda ver, el ingreso per capita ha disminuido, la innovación no se ve y no se le ve fin a la crisis actual que claro, no es culpa del sistema educativo... ¿o sí? ¿no se supone que el sistema educativo es el origen de toda esa gente que ha tomado malas decisiones económicas, los gobernantes que con su incapacidad han producido la crisis misma? ¿no es el sistema educativo el que debería producir mejores profesionales y ciudadanos que eviten justamente esas malas decisiones, que orienten bien una nación?

¿Qué es lo efectivo? ¿invertir mucho así no más? Brasil ha aumentado su gasto en educación y sin embargo los resultados siguen siendo regulares, similares a los de Colombia que no ha hecho ese aumento... o Medellín, en la que pasa lo mismo. Lindos colegios y edificios, resultados poco visibles en pruebas.

El punto es que es necesario saber si queremos un sistema educativo que produzca egresados de todo nivel, buenos empleados o buenos líderes (no son excluyentes), buenos administradores pero también buenos científicos o si queremos que medidos de cierta forma pueden ser malos pero el país ser capaz de mantener y mejorar su ritmo de crecimiento industrial, mejorar el empleo, innovar y tener premios Nobel o si queremos ser más ecológicos y más felices sin que el producto interno bruto necesariamente aumente pero sí mejorar la distribución del ingreso y tener todos igualdad de oportunidades de una vida digna. O si lo que queremos es tener la rata más alta de inversión en educación así no de muchos resultados en pruebas o si queremos tener la tasa de graduación universitaria más alta (sin que vaya acompañada del mejor empleo).  O si preferimos como país un sistema educativo en el que la clase social en que nacemos determina el tipo de educación recibida y el concepto de calidad que se nos aplica. ¿Cuál versión de la calidad queremos? y ¿cómo la vamos a medir? (y ¿quién? porque cada que alguien sale a medirla entran o entramos un batallón a descalificar).

No puedo dejar de mirar a Cuba, que produce vacunas y otras innovaciones espectaculares ¿eso es lo que queremos, unos sectores innovadores y muy mala democracia? (Lo cual se aplica a Iran, Korea del Norte y otros países).

Por supuesto, el sistema educativo es fiel reflejo del sistema en general, de la cultura, de la sociedad y sus mecanismos y esencialmente de la historia de un pueblo. Pero si algo debe caracterizar al sector educativo como un todo es su capacidad para cambiar, para aprender. Y en eso lo hemos hecho apenas regular. No todo mal y no todo muy bien. Pero lo que sí necesitamos para poder seguir avanzando es dejar de pregonar y pontificar Verdades. Hay tanto que no sabemos y tanto por establecerse que nuestras verdades no dejan de ser solo medias verdades y a veces solo frases efectivas y quizá valga dejar de enunciarlas y escuchar más, hell! yeah!  Y lo otro que digo que no queremos querer es una educación que produzca predicadores y eruditos y nada más. La erudición se logra pero no es un fin del sistema educativo y definitivamente no una medida de calidad (aleluya!).

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