1o. de enero

Son casi las 10AM, llevo ya casi tres horas levantado en este primer día de 2015. Quisiera hacer algo, iniciar el año con una dosis de acción. El silencio es solo roto por unos cuantos pájaros que se escuchan en los árboles afuera de la ventana de la sala. Observar pájaros; tomo los binoculares y desde la ventana busco con la mirada a los tres o cuatro árboles que hay afuera ¿cuándo un árbol es un árbol? ¿en qué momento dejan de ser arbusto y uno los considera árbol-árbol? porque de los diez o más que veo solo considero árbol como a tres, he ahí algo que buscar en internet; pero después, concentrémonos en ver pájaros. Sigo buscando con la mirada dirigida hacia esas ramas desde donde escucho cantos. Nada. Con los binoculares empiezo a explorar las copas de los árboles, nada. El canto sigue, sin embargo, pero pareciera venir de otra parte; siempre parece venir de otra parte. Sigo buscando orientado por el sonido con resultados nulos. Por fin, algo se mueve y, al enfocar bien, decepción casi total, un azulejo. He visto demasiados azulejos como para esperar que me interesen mucho en este momento. ¿Por qué los pájaros verdes no se llaman verdejos y los rojos rojejos? Rojunos, verdunos. Uhmmm. Me corrijo a mi mismo, no insistir en esos pensamientos, deben ser un síntoma de una forma de leve de autismo, digo leve por consuelo, algo que quiero negar. Vuelvo a mirar por los lentes, otro azulejo. Malditos azulejos. No salí a mirar pájaros, salí a mirar si había un ave nunca antes vista por la humanidad en el árbol de al lado, fama mundial, nueva especie de pájaro con colores increíbles encontrada en Medellín. Parar de desvariar. ¿No debería ya decirse disvariar? a lo mejor sí, casi todo el mundo dice así por aquí.

He dejado la ventana y puesto los binoculares en alguna parte. Ya leí los periódicos que hoy traen las mismas noticias de ayer, mejor dicho del año pasado, mal chiste inofensivo. Mejor, hay dos o tres cosas nuevas que leí. Las repito internamente para que no se me olviden... uhm! ¿cuáles eran? ah! sí, las baterias con sulfuros en lugar de metales pesados, 500W/h por Kg. Dato para recordar. Estoy seguro que mañana ya no lo recordaré y, sin embargo, lo trato de poner en algún lado no temporal de mi memoria. Y lo otro que leí; el costo de no creer, claro. Lo pongo en G+, así me hago a la idea de que si lo olvido puedo luego volverlo a buscar, si recordara de hecho que hay algo al respecto que buscar. De nuevo un bucle de pensamiento, abortar. Compartir con amigos la noticia de una mujer que parqueando en una terraza lanzó el carro desde un sexto piso, quizá, pero más tarde. A esta hora va a sonar como que estoy desparchado. Estoy desparchado pero eso es algo que intentamos ocultar de vez en cuando, en días especiales, como hoy.

Ausculto esta sala, en este silencio, y me pregunto qué otra cosa voy a hacer. La idea de actuar. Bañarse sería una acción. Abortar también, no ahora. Un café? sería otra opción, algo que hacer durante cuatro minutos o cinco. Moler, poner agua en el contenedor, café en la cápsula, pulsar, esperar, probar... no sería malo, de hecho quiero un café más, sería como el quinto de la mañana y van tres horas de estar al aire. ¿Y después del café? ¿leer más en internet? ah, ya leí Wired, The Economist y no sé qué más, misión cumplida por hoy.

Podría organizar las fotos de mi viaje a USA. Alcanzo el disco duro donde las he copiado para poderlas procesar todas juntas, 2000 fotos. Es demasiado, la sola cantidad me contiene ¿cuándo acabaría?  Me prometí aprender a usar Lightroom, piratié los libros pertinentes, leí lo básico y ya casi lo olvidé, ya miré en youtube sobre el uso, pero no lo he comprado. ¿Será que lo compro hoy? pero si lo compro hoy y no lo uso porque en realidad me da pereza procesar 2000 fotos hoy estoy perdiendo dinero. ¿Me volví así de tacaño? En fin, dejar eso para otro día, con debate económico y búsqueda interna. Puedo procesar las fotos de las libelulas de la semana pasada... eso puede ser, son solo unas 100 fotos, sacar unas 10, ponerlas en el blog, impresionar a unos cuantos incautos que creen que soy yo y no la cámara la que hace el truco. Mejor otro café, qué importa. Debería bañarme. Tender la cama. ¿Cómo responde uno en favor de no tender la cama a los amigos y familiares que dicen que es mejor tendida? no tengo argumentos, honestamente no los tengo. Los que tengo les dan la razón en parte. Y aún así no lo hago, sigue sin tender durante días. Y yo sin bañarme este año... mal chiste, parar esos chistes, nueva misión mental.

Mirar el teléfono? ya lo he visto hoy como cien veces y nadie escribe ni hace nada, los que trasnocharon están dormidos, solo yo ando despierto a estas horas. 10:20AM. ¿No han pasado sino 20 minutos? ¿sería mejor estar con resaca? quizá. ¿Llamarla? no, es muy temprano. Sigamos. Podría sacar del closet la ropa que debo tirar de una buena vez. Uhm! eso significa pararse, ponerse activo y decidir. Quiero actuar, pero no decidir. Ya entiendo porqué algunas personas engordan; en momentos como este comerse algo es una actividad. ¿Pero qué? no tengo hambre, desayuné hace apenas 40 minutos y me tomado ya varios cafés, luego hambre no es. Debería lavarme los dientes. Vale. Dos minutos, las 10:23AM. Podría volver a dormir; senso mi detector de sueño, no tengo sueño, no me quiero acostar.

Pienso en las decenas de películas que tengo para ver, las series de televisión que quiero ver. El Puente; claro, versión Sueca-Danesa, uf! sofisticado.  Homeland, uhmm... alguna serie de tv gringa más superficial? un documental, Horizon, ah, el de la BBC de final de año. Pero tendría que escuchar con atención, concentrarme, salir de esta inactividad, moverme mentalmente. Agh! hora de otro café. No, demasiado pronto, las 10:27AM. Podría descongelar cosas para poder comer al medio día, pero ¿qué? ah... decisiones. Ayer me demoré media hora escogiendo unas papas. Algo más qué mirar en internet, la diferencia exacta entre papa sabanera, pastusa, capira... ¿cuál queda bien cómo? alguien debe saber, o pretender saber.

Ah, tengo varios libros que volver a leer o iniciar. El que ayer conseguí, Animal Madness. El que tengo todavía pendiente de terminar sobre la comida o el de Thomas Piketty. O el de Caballero sobre la comida... lo tengo casi al frente, solo tengo que estirar la mano. 10:29AM.

Reviso una vez más el teléfono, no se ha materializado nada. Sigue inactivo porque todo el mundo está inactivo como yo. En la distancia unas campanas de iglesia, maldito ruido. Podría hacer una de las tantas cosas que me prometo hacer... ejercicio, caminar, tomar más fotos, ver el cine pendiente, envidio a los que hacen lo que se proponen. Yo por ahora, escribo esto. 10:32AM, que año interminable.


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