Rabia
Escribo esto con una sensación de rabia en mi mente. Hace ya muchos años le escribí a un sobrino una carta y en respuesta él me escribió diciendo que, viendo a los violentos de este país, le gustaría coger un arma y acabar con ellos. Tenía como 10 años de edad así que eso hasta explicación tiene, luego se le pasó, es de las personas más pacíficas que conozco. Hoy siento el tipo de rabia e impotencia que me harían a mí escribir lo mismo. Acabo de ver en Youtube un video de los terroristas que luego de entrar a las oficinas de Charlie Hebdo en París y asesinar a 10 personas, al salir y usando armas largas (fusiles por si alguien no sabe qué es eso, ojalá alguien no supiera qué es eso), le disparan a un policía desarmado. Luego de quedar tendido en el piso se le aproximan y de forma simple le disparan de nuevo en la cabeza sin miramiento alguno: como se dispara en los juegos de video.
Hoy también en Yemen han muerto más de 30 personas por un carro bomba y también me enardece que el hecho casi ni aparece en los sitios de noticia. Pero lo de París tiene una connotación que me hace hervir la sangre: la de la supresión por medios violentos de la libertad de expresión. La revista había sido atacada antes y sin embargo, con valentía, seguía publicando sus caricaturas que mostraban al profeta Mahoma en varias formas, algunas desesperado por lo que hace el estado islámico en Siria e Iraq, donde asesina, da niñas como botín de guerra a sus combatientes y de largo implanta un régimen de terror y falta de libertad.
Hace poco una película de Hollywood, una comedia sin ir muy lejos, ridiculiza al líder de Corea del Norte. No es muy buena, no es muy risible, no es mucho, pero su intento de supresión con amenazas de violencia honestamente me llevó a bajarla, pagar por ella y verla. En el caso de Charlie Hebro, los periódicos y revistas del mundo deberían dedicarle una página entera a las caricaturas de Cabu, Charb, Tignous y Georges Wolinski, masivamente. ¿Será que a todos los bombardean? ¿qué otra forma se podría usar para reivindicar la libertad de expresar libremente lo que se nos ocurra?
Si de algo me he convencido en los años de vida es de la absoluta y total necesidad de vivir en una sociedad libre para decir lo que se piensa. De la libertad de expresar las opiniones dependen demasiadas cosas en un mundo libre y humano. Y esa libertad la siento en peligro de la amenaza de terroristas como los que hoy intentan acallar una revista que ha mantenido valientemente su decisión de no ceder.
La rabia que me produce ver a estos miserables disparar cobardemente, rematar es la palabra, con disparo de fusil en la cabeza a un hombre desarmado, herido y tendido en el piso, se la quisiera pasar a todo aquel que cree que esto no le toca. Esto es algo que trasciende las fronteras y nos toca a todos. Si dejamos que quienes piensan diferente sean obligados a callar sin duda alguna mañana alguien nos intentará silenciar a nosotros. Si eso pasa en sociedades como las europeas, en democracias liberales, y queda así, sin reacción de todos, le daremos la victoria a los asesinos de hoy y una oportunidad a los de mañana.
Hoy también en Yemen han muerto más de 30 personas por un carro bomba y también me enardece que el hecho casi ni aparece en los sitios de noticia. Pero lo de París tiene una connotación que me hace hervir la sangre: la de la supresión por medios violentos de la libertad de expresión. La revista había sido atacada antes y sin embargo, con valentía, seguía publicando sus caricaturas que mostraban al profeta Mahoma en varias formas, algunas desesperado por lo que hace el estado islámico en Siria e Iraq, donde asesina, da niñas como botín de guerra a sus combatientes y de largo implanta un régimen de terror y falta de libertad.
Hace poco una película de Hollywood, una comedia sin ir muy lejos, ridiculiza al líder de Corea del Norte. No es muy buena, no es muy risible, no es mucho, pero su intento de supresión con amenazas de violencia honestamente me llevó a bajarla, pagar por ella y verla. En el caso de Charlie Hebro, los periódicos y revistas del mundo deberían dedicarle una página entera a las caricaturas de Cabu, Charb, Tignous y Georges Wolinski, masivamente. ¿Será que a todos los bombardean? ¿qué otra forma se podría usar para reivindicar la libertad de expresar libremente lo que se nos ocurra?
Si de algo me he convencido en los años de vida es de la absoluta y total necesidad de vivir en una sociedad libre para decir lo que se piensa. De la libertad de expresar las opiniones dependen demasiadas cosas en un mundo libre y humano. Y esa libertad la siento en peligro de la amenaza de terroristas como los que hoy intentan acallar una revista que ha mantenido valientemente su decisión de no ceder.
La rabia que me produce ver a estos miserables disparar cobardemente, rematar es la palabra, con disparo de fusil en la cabeza a un hombre desarmado, herido y tendido en el piso, se la quisiera pasar a todo aquel que cree que esto no le toca. Esto es algo que trasciende las fronteras y nos toca a todos. Si dejamos que quienes piensan diferente sean obligados a callar sin duda alguna mañana alguien nos intentará silenciar a nosotros. Si eso pasa en sociedades como las europeas, en democracias liberales, y queda así, sin reacción de todos, le daremos la victoria a los asesinos de hoy y una oportunidad a los de mañana.
Es duro ser amado por estos idiotas
charb
Comments