Saliendo de Cine

La última película de Woody Allen que aparece en nuestra cartelera, Midnight in Paris, hay que verla. Creo que Woody Allen no es el gran director de otro momento, la escena en la que el protagonista se sube por primera vez al carro que lo transportará al pasado, es bastante forzada y poco natural, por decir lo menos. En fin, eso no importa porque no quería realmente criticar una gran película. Gran película para amantes del cine por el cine, no sé si para cualquiera para quien el cine es solo una cosa que se ve de vez en cuando y sirve para pasar un rato sin pensar mucho en nada. O no sé, tal vez esa es la definición de amante del cine realmente y lo otro una anormalidad. (Ya me han hecho sentir bastante anormal en los últimos meses como para no reconocer los síntomas.)

Como sea, salí de cine en un estado que no recordaba. Es una de esas películas al final de las cuales uno se da cuenta que no ha vivido tan perdido y que hay gente en el mundo a la que le pasan por la mente las mismas preguntas tontas o profundas, las mismas fantasías medio trasnochadas que al uno explicar se volverían humo al no poderlas llevar a algo como una buena película. Una de esas películas de las que uno sale sintiéndose haciendo parte de un grupo secreto (tan secreto que uno no sabe quienes son realmente los otros socios, solo se sabe que uno hace parte) que ve el mundo a través de la cortina de las preguntas constantes y las respuestas que uno busca en libros, cine, música y otros paliativos.

Ve uno desfilar en la pantalla la personificación de buena parte de los referentes culturales de Europa y Estados Unidos de los años 20  (del siglo pasado, claro, y luego algunos de los del siglo XIX) sin empachos, desenfadadamente estereotipados y caricaturizados y aún así sin perderles admiración o cariño. Y al salir el estado es de cierta exaltación como de querer decirle a otros que "ese libro me lo leí", "entendí ese comentario" o "esa película la vi". Y justo por no querer parecerse al pedante de la película que entiende y sabe todos los referentes culturales e intelectuales de todos los siglos uno debe dejar esas reflexiones para la intimidad de su cabeza. Excepto cuando le da por escribir en el blog acerca de ello y se arriesga a que quien lea termine diciendo "este tipo no podía dejar de decir que entendió todo" ante lo cual no hay defensa. La película nos pasa el virus (querer contar que uno entiende las citas, las referencias, las obras) y luego el antivirus (no querer parecerse al tipo ese) y luego (¿qué más puede uno hacer?) de todas formas le dan ganas de compartir las citas a películas como el Ángel Exterminador o a una novela de Hemingway que queda al oscuro porque podría ser "The Sun also Rises" (la primera de sus novelas ya que Hemingway en el film se limita a preguntar "¿te gustó mi novela?" como si llevara solo una publicada al momento en que se le retrata) pero cuyo tema según la película correspondería más a "A Farewell to Arms" (publicada después) o tantas de tantas y tantas que abundan en el film.  En fin, uno queda exaltado, eso es todo, entienda o no todo o una parte.

Si uno ama el cine y los libros y no se siente mal al respecto, si uno se deleita con citas circulares, si uno no se toma todo eso muy en serio, hay que ver Midnight in Paris.