Tres poemas de Marin Sorescu

I.

Contabilidad.

Llega un momento
en que debemos trazar bajo nosotros
una raya negra
y hacer cuentas.

Unos cuantos momentos en que casi fuimos felices,
Unos cuantos momentos en que casi fuimos hermosos,
Unos cuantos momentos en que casi fuimos geniales.
Nos hemos encontrado unas cuantas veces
con algunos montes, algunos árboles, algunas aguas.

(¿Dónde habrán quedado? ¿Vivirán aún?)
Todo esto nos daría un futuro brillante -
pero que ya hemos vivido.

Una mujer que hemos amado
más esa misma mujer que no nos amó
suman cero.
La cuarta parte de los años de estudio
es igual a varios miles de millones de palabras
forrajeras
que poco a poco hemos vaciado de toda sabiduría.

Y al final un destino
más otro destino (¿de dónde habrá salido?)
suman dos (anotamos uno, llevamos otro, quién sabe,
tal vez habrá otra vida en el más allá.


II.

La Montaña

Estoy substituyendo una piedra del pavimento -
llegué a esto
por una muy lamentable confusión.
Pasaron sobre mí
carros, camiones de carga,
tanques
y pies de toda clase.

Sentí el sol hundirse hasta los ejes
y a medianoche
sentí la luna.

Las mismas nubes me aplastaron con sus sombras largas
y de tantos acontecimientos pesados e importantes
me salieron callos.

Y aunque todavía logro soportar
con suficiente estoicismo
mi presente destino de piedra,
rompo a veces a gritar:
circulen por la parte transitable
de mi alma, bárbaros!


III
Don Juan

Cuando un amor
En el que ya tenía tiempo trabajando
Me sale bien
Lo paso en limpio
En el corazón de otra mujer.

La naturaleza fue sabia
Al crear más mujeres
Que hombres,
Porque de esta manera podemos perfeccionar
Un sentimiento
Usando un gran número
De borradores.











Comments

Popular posts from this blog

Poema de William B. Yeats

Las campanas de El Jardin, Antioquia

Huerto En Marrakech